jueves, 13 de febrero de 2014

LA MUJER QUE APARECE Y DESAPARECE


       En el piso de Gerundio hay una mujer que aparece y desaparece. Nuestro amigo ha acudido a la policía en repetidas ocasiones, pero claro, como la fantástica criatura se esfuma cuando presiente una encerrona, Gerundio queda expuesto invariablemente al escarnio de los agentes de la ley, sin posibilidad de defensa o réplica. Es por ello que, pese a las incomodidades ocasionadas, y a falta de una solución permanente, ha resuelto ir acostumbrándose a la extraña presencia de la mujer que aparece y desaparece. 
     Meses más tarde, Gerundio comprobará –llorando, anhelando, digno portador de su nombre– que lo que realmente le irrita no es la extraña presencia de la mujer que aparece y desaparece, sino más bien su extraña y prolongada ausencia.